DR. ANGEL LUIS FERNÁNDEZ

Cuando pensamos en el Dr. Angel Luis Fernández se hace imperativo utilizar el término polifacético. Es un ser humano excepcional, ciudadano del mundo, que cuenta con un desconcertante caudal de conocimientos, en algunos casos adquiridos, en otros innatos. Ya desde su más tierna infancia demostró un extremado arrobamiento por lo inexplicable, lo misterioso y lo desconocido en el espacio terrenal y sideral. Estudió en España, Inglaterra y los Estados Unidos. Al inicio de los años 70, se destaca por su filarmonía o pasión por la música, este sentimiento intrínseco, y perpetuado por su locuacidad al hablar, le ha dado un exquisito y subliminal estilo a la hora de escribir y componer temas musicales. Asimismo, el acaudalado cúmulo de palabras, que él solo aprendió a convertir en prosa le da una prosapia natural y espontánea a todos sus escritos, más de 50 libros, todos disponibles en Amazon, entre ellos: El Manifiesto Que, Cincuenta Días de Otoño (colección de poemas), Pensaciertos, 111 valores, 111 lastres, Resonando con Marte, Mensajeros de la Luz, la colección de las Transcripciones de A1, El Libro de la Vida, TDAH/ADD ¿Déficit o Superávit? Bullying, el niño acorralado, Filosofía de la vida eterna, Gotas de luz, etc. además de un sinnúmero de artículos en periódicos y revistas locales, nacionales e internacionales.

Por sus dotes de magnanimidad y desprendimiento el Dr. Fernández es sin duda un filántropo de la vida. Su predilección por carreras de servicio y ayuda al prójimo y a la comunidad queda de manifiesto en su Currículum Vitae: estudió Medicina, Filosofía y Letras y Psicología de la Educación, además de Administración de Empresas, Economía, Dirección de Centros, Dirección de Recursos Humanos, Literatura y otras disciplinas, en reconocidas universidades de España, Inglaterra, Estados Unidos y otros países europeos.

Su gran sensibilidad ante la indefensión de las personas, los animales y las plantas ante la agresiva vida cotidiana, le convierte en un proselitista de vocación. Posee la capacidad de una inteligencia superior; esto lo enmarca en un cuadro de honor existencial y defiende con dulzura y humildad, no exenta de firmeza, empeño y sagacidad sus conocimientos y postulados sobre la creación y organización de los Universos, de las criaturas que los pueblan, de las filosofías y doctrinas religiosas, a la vez que se confiesa fervoroso defensor de los derechos de la vida tanto humana, como animal y vegetal.

Tal pareciera, que su prospección de la magistral creación que se sublima día a día lo motivara, y a la vez inspirara a explorar terrenos nuevos para yacimientos de progreso, a través de conocimientos expresados con asombrosa majestuosidad y versatilidad artística. Entre ellos: bellas artes, historia, música, idiomas, etc.

Este ser, extremadamente multifacetico, médico, psicólogo, poeta, músico, maestro, director, administrador, viajero infatigable, que ha formado parte como Embajador de organizaciones como la UNICEF y la UNESCO, ha sido Presidente del Consejo Superior de un importante consorcio de universidades repartidas por todo el mundo, y con sede en Nueva York, y ha dedicado su vida entera con una abyección inigualable al servicio de la raza y de la condición humana, a la vez que se ha destacado y ha recibido infinidad de reconocimientos como educador, diplomático, consejero, miembro honorario y otros muchos en varios países.

En conclusión, entre las cualidades de mayor distinción, que posee el Dr. Angel Luis Fernández habría que citar su sensibilidad y respeto por la belleza y naturaleza de los universos, su admirable altruismo, amor y filantropía en su larga y exitosa trayectoria profesional, su admiración por la mujer y su alto concepto de la palabra amistad. Comparte su rol de padre, amigo y compañero de vida, cuando se trata de asumir sentimientos de penas y alegrías, con aquellos que son parte de su núcleo familiar y, aunque según él mismo manifiesta solo es un aprendiz de todo, pero maestro de nada, la realidad es que, hoy por hoy, el Dr. Fernández constituye un baluarte y un soporte básico y sobresaliente de lo innovador y desafiante del Siglo XXI.